LA JUVENTUD Y EL NOVIAZGO


La juventud y el noviazgo es un tema bastante amplio como para desarrollarlo en tan poco tiempo, así que me limitaré a compartir con Ud. quizá lo más importante.
Primero, reconocer que la decisión más importante después de la decisión de recibir a Cristo como Salvador, es saber con quién se va uno a casar. Una mala decisión en cuanto a la pareja puede echar a perder el futuro de cualquier creyente. Por eso, no se debe pensar siquiera en noviazgo, sin primeramente estar en íntima comunión con Dios a través de su palabra y la oración.

Ninguno de nosotros es lo suficientemente sabio para tomar esta decisión tan importante sin la guía y dirección de Dios. Así que, todo joven o señorita que piense ponerse de novio o de novia, debe primeramente invertir bastante tiempo con el Señor.

Un texto que probablemente sintetiza muy bien esta idea se encuentra en Salmo 37:4 que dice: "Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón."

Cuando un joven o una señorita se entregan por completo a hallar su deleite en la persona de Dios, de seguro que Dios mismo pondrá en sus mentes lo que él quiere que hagan en cuanto a la pareja y será Dios mismo quien permita que ese deseo se cumpla totalmente.